La Biblia: De una lectura diaria a una lectura espiritual

¿Cómo recuerdas que te enseñaron a leer la Biblia? 

Hay muchos métodos, formas, pasos, planes, etc. De una u otra manera nos enseñaron a leerla. 

Leer la Biblia puede volverse monótono en el mejor de los casos; en el peor, es no leerla.

No podemos seguir leyendo la Biblia de la misma manera por siempre, necesitamos aprender a leerla.

La Biblia es nuestro alimento, es el sustento para nosotros los cristianos.

¿Qué representa la Biblia para ti?

Piénsalo por un momento.

Platicaba este tema con un grupo de líderes y sus respuestas fueron muy acertadas.

La Biblia es…

• Un libro sagrado
• Un libro santificado
• La Voz de Dios
• La revelación de Dios para nosotros
• Nuestra norma de fe y conducta.

Para todo esto hay un respaldo y va de acuerdo a la manera en que la Palabra de Dios se reveló a nosotros, pero pienso que la lectura de la Biblia, primeramente, debe ser nuestro alimento.

La Palabra de Dios es el alimento de tu espíritu y el deleite de tu alma.

El alimento de tu espíritu.

Un león al comer, ruge, mientras está masticando y disfrutando su alimento.

Hay un término bíblico, Hagah,  que en hebreo significa: gemir, rugir, pensar y meditar.

Aparece en

Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa…

Isaías 31.4a

Hagah aplica aquí en “ruge”

La Escrituras  deben convertirse en ese manjar para nuestro ser, degustar nuestro alimento de una forma consciente para que así nutra nuestro espíritu. 

El deleite de tu alma

Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Salmos 1:2

Hagah aplica aquí en “medita”

Meditar no es muy común entre nosotros, no es un hábito al que recurramos normalmente, sin embargo debe ser parte esencial de nuestra vida como imitadores de Cristo. La relación que existe entre estas dos aplicaciones de la palabra Hagah es muy directa, Dios enseñando lo que tenemos que hacer con Su Palabra.

¿Cómo pasar de una lectura diaria/trivial/común a una lectura espiritual?

Una vez reconociendo lo que la Palabra de Dios es para nosotros, ahora en segundo plano está el momento de lectura Bíblica, este momento debe ser muy íntimo y especial, no una lectura trivial, sin sentido u obligada, no, debe ser una lectura espiritual.

Una Lectura Espiritual

Tal vez hemos caído en el punto de leer por cumplir una cuota de lectura, la disciplina es buena, así nos enseñaron para formar un buen hábito de lectura – Venir del mundo sin leer ni el periódico, por algo teníamos que empezar – esa disciplina fue buena en su momento, tal vez de cuando iniciamos en Cristo; ahora es tiempo de agregar lo espiritual.  

Una lectura espiritual que:

• Da forma a nuestro carácter (La Biblia como norma de fe y conducta)
• Nos revela a la esencia de la persona de Cristo.
• Trata con nuestra alma
• Trae revelación divina
• Apacienta nuestra alma
• Nutre nuestro espíritu
• Nos da dirección

Ahora Tú

 De una forma consciente en lo espiritual, centrado en un Dios presente en tu lectura; en tu próximo devocional haz lo siguiente:

1. Prepara el ambiente espiritual.
   1. Momentos de alabanza, adoración, oración en lenguas.
2. Ora a Dios pidiendo que ministre Su Palabra en ti.
3. Prepárate, El Maestro te va a hablar.
4. Recibe la Palabra.
5. Vuelve a leer el texto.
6. Hagah –  Disfruta y medita la palabra.
7. Hazla parte de ti; un tesoro más en tu corazón.

Así encontraremos el sabor dulce de la Palabra.

!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.

Salmos 119. 103

Sin más podemos pasar de una lectura monótona a una lectura que genera y produce en nosotros, cada versículo, cada frase, cada palabra tendrá un sabor para nuestra vida, dará alimento a nuestro espíritu y deleitará nuestra alma.

¡Disfruta tu lectura bíblica espiritual!