Cuando Pregunten...

Acerca de Milagros

Al creerlo se manifiesta en la dimensión de este mundo, en lo que nuestros sentidos perciben y nuestra mente comprende. Se manifiesta a nuestra razón y forma de entender los sucesos en el diario vivir, pero rompe con el esquema de lo planeado y esperado, por un momento se une lo que creemos y lo que vemos para dar lugar al poder sobrenatural del único Dios.

El poder del Todopoderoso alojado en un sitio, cuerpo, suceso, necesidad en específico, determinado por Su voluntad, porque Él lo quiere, porque al Él le place. 

Aquí surge la pregunta: ¿Por qué algunas veces se manifiesta y otras no? La respuesta nos remite a la soberanía de Dios, a lo que el corazón del Rey se inclina y a las suplicas que Él escucha. Nuestra parte como hijos es aceptar la voluntad del Rey y ver Su propósito más allá de lo humanamente comprensible

La otra pregunta que surge es: ¿Para qué se manifiestan? Y es aquí donde se encuentra el sentido; Los milagros se manifiestan para que el poder de Dios sea conocido en nuestros días, para que el que no creía, ahora crea y que Dios sea glorificado a través de ese cuerpo en enfermedad, a través de la transformación del alma o la necesidad del ser humano. 

Lo sobrenatural de nuestro Dios no se rige a nuestra forma de medir el tiempo, se rige por la línea infinita de momentos o temporadas en donde Él quiere manifestarse a la humanidad. Si hemos visto su poder en los últimos días, es porque Él conoce la necesidad de este momento, ha visto que los índices de esperanza han caído, que el avivamiento viene y que necesitamos de Él hoy. 

Un milagro de Dios no se limita a  nuestra mente desarrollada en un mundo terrenal, sino que trae, del ambiente espiritual/sobrenatural, poder de Dios a este ambiente natural y sobrepasa lo esperado. 

“Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?” -Jeremías 32.27 

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